Es el mismo amigo que me hizo esta reseña. No lo he corregido exaustivamente, por lo que aún puede contener alguna falta. A continuación, el relato:
El
joven tritón se deslizó entre las rocas, oteando el agua más allá. A pesar de
que el agua más allá estaba un tanto turbia, vio cómo los rayos de sol de la
superficie llegaban hasta esa zona, dibujándose dorados cuando chocaban con el
polvo de las profundidades. Se asomó temeroso.
Había
llegado a un lugar extraño. Frente a él, se encontraban las ruinas de una
arquitectura antigua. Unos muros, formando una circunferencia, se hundían más
allá, perdiéndose en profundidades que el sol no alcanzaba a iluminar. Nadó,
hasta colocarse en el centro mismo de aquel lugar. A pesar de que estaba
acostumbrado a las profundidades oscuras, sintió miedo cuando miró hacia aquel
abismo. Alzó la vista y descubrió otro edificio parecido, justo al lado,
quedando más alto sobre el que él se encontraba. Este tenía una pequeña
perforación en su fachada, de la que salía un puente que se rompía y se
desvanecía en el interior del abismo sobre el que se encontraba.
Él se
cruzaba con ruinas humanas normalmente. En tiempos antiguos, esas tierras
habían estado sobre el agua, por tanto, habitadas por humanos y otros seres
terrestres. Estaba acostumbrado. Pero aquella arquitectura extraña era
demasiado colosal y demasiado extraña, pues no parecía tener ninguna utilidad.
Las algas y los corales que habían anidado por la piedra desgastada, dejaban
entrever que aquel lugar llevaba bastante tiempo hundido.
El tritón
sintió una presencia extraña. Nervioso, enarboló su tridente y se dispuso a
alejarse nadando de allí, al menos dejar de sobrenadar aquel abismo que tanta
inquietud le causaba. De pronto, de aquel abismo surgió una gran burbuja de
aire, que ascendió abriéndose paso por el agua violentamente, acompañado de un
estruendo como jamás oyeron los seres de las profundidades. Nadó abrumado, con
el fin de ocultarse tras unas rocas, pero el aire le alcanzó. Sintió que se
asfixiaba, el aire le ahogaba y le daba vueltas, mareándole. Estuvo a punto de
perder el sentido cuando todo se detuvo.
Aliviado,
apuró a respirar agua. Se detuvo a descansar cuando se percató de que algo
había aparecido, surgiendo del abismo.
Había
visto muchas serpientes marinas. Algunas eran benévolas y conversaban con los
de su raza, otras eran malignas y estaban hambrientas, y atacaban, aunque
conseguían liberarse de ellas. Pero aquel ser no era una serpiente marina,
aunque tenía varias similitudes. Tenía cuernos tras su cabeza (un rasgo
bastante inusual en criaturas acuáticas, más propias de terrestres), dos
grandes aletas extrañas que salían de su espalda. También tenía cuatro patas
acabadas en garras, como muchas de las bestias terrestres. Sin embargo, estaba
claro que era una criatura acuática: entre sus dedos tenía membranas, su cola
acababa en aletas, y a ambos lados de su largo cuello tenía aberturas que se
identificaban fácilmente con agallas.
El
tritón se colocó en postura defensiva al ver a aquella bestia. No sabía si iba
a atacarle, por lo que se preparó para salir huyendo en cuento pudiese. Examinó
la extraña criatura cuando ésta se recompuso, dominando las aguas bajo ella,
flotando justo encima del joven tritón, examinándole con sus pupilas estrechas
y verticales.
—¿Qué haces aquí? —dijo
la criatura. Parecía que iba con buenas intenciones, pero aun así el tritón no
bajó su tridente, cruzado sobre su pecho en ademán protector. Pero mentiría si
dijese que no se sorprendió tras esa reacción. No vio conveniente contestar si
no que preguntó a la criatura:
—¿Qué eres?
Ella se rió, liberando
unas cuantas burbujas de aire a la superficie. Movió su cuerpo sinuoso para
recomponerse de nuevo en el agua.
—¿No has visto muchos
cómo yo, eh? Sabes que soy distinto. —el ser acercó su cabeza al tritón. Era
enorme, sintió miedo. Podría tragarle tan sólo de un mordisco, así que preparó
su tridente para atravesarle el paladar en el caso que así fuera—. ¿Sabes qué
es este lugar?
El tritón giró la
cabeza, mirando de nuevo aquel lugar extraño. Negó con la cabeza.
—Es un antiguo
instrumento que utilizaban los humanos. Clepsidra se llamaba. Servía para medir
el tiempo. Normalmente solían ser más pequeñas.
Miró de nuevo el lugar.
No sabía cómo funcionaba aquello ni cómo se apañaban los humanos para
desarrollar tan extraños instrumentos, como algo que midiese el tiempo. El
tiempo no se podía medir y de todos modos, ¿para qué servía?
—Éste es uno de los
instrumentos que provocaron la caída de Racherolslalzs, dios del tiempo.
Supongo que como ser acuático que eres no te interesarán historias del cielo.
—Aquí no hay dioses.
—respondió el tritón— Sólo espíritus y demonios. Los pocos que intervinieron en
nuestro reino fue para llenarlo de monstruos.
—No sabes cómo de
ciertas son tus palabras, pues yo estoy aquí por la desdichas y maldiciones que
ellos lanzaron sobre mí. —respondió la criatura— Yo era lo que los terrestres
llaman dragón. Con mis alas domaba los vientos como ahora domo el agua bajo mis
aletas. Fui arrojado al océano para guardar este lugar, transformado en un ser
acuático, pese a que ser terrestre y aéreo era mi naturaleza.
El tritón se impulsó
hacia atrás de la impresión. El dragón estrechó aún más sus pupilas.
—¿Y bien pues? ¿Te
interesaría conocer mi historia? —el tritón no respondió, así que el dragón
comenzó a relatar:
Al principio de los
tiempos, no existía el tiempo tal y cómo lo conocemos. Todo el universo era el
reino de Racherolslazs, todo era suyo, todo ocurría cómo él deseaba, pues lo
que él no deseaba no sucedía en su tiempo. Los seres que habitaban entonces no
poseían memoria, pues el tiempo cambiaba y se limitaban a permanecer vivos cada
milésima de segundo. Tan sólo existía el presente, porque Racherolslazs lo
cambiaba a su parecer. Ni siquiera existía el día ni la noche, y hasta en
ocasiones, los soles y las lunas estaban a la vez sobre el cielo negro. Los
propios dioses permanecían confusos, puesto que ellos también estaban bajo el
tiempo, y también Racherolslalzs les gobernaba a ellos. Su lamento atrajo a un
dios desconocido, del que aun actualmente se desconoce su nombre, sólo sabiendo
que era el dios que gobernaba el Espacio. Este dios maldijo a Racherolslalzs
diciendo:
—Tú eras el guardián del
tiempo. El tiempo que provoca que los seres envejezcan y mueran, que las aguas
encolericen a través de sus mareas. Hasta la montaña más alta acaba
convirtiéndose en arena debido al tiempo. Debiste otorgar a mi Espacio el duro
mordisco de tu elemento, pero lo has utilizado para crear caos y confusión. Ahora
el Espacio se volverá contra ti.
Racherolslalzs se rió
frente a ese dios y continuó utilizando
su tiempo y su caos según su porvenir. Pero surgió de su cuerpo la Historia. La
Historia tenía un millón de brazos, un millón de manos, diez millones de dedos
y un millón de ojos, uno en cada palma de su mano. La Historia comenzó a
escribir con su propia sangre, su propia Historia, su memoria, en sus propios
brazos. Racherolslalzs entró en pánico al comprobar que no tenía poder sobre
ella y lo que ella escribía. La Historia, entonces, creó un millón de libros,
un millón de plumas y un millón de lo que los terrestre llaman tinteros, un
agua especial para escribir. Y simultáneamente (o quizá no, recuerda que tan
sólo el tiempo existía para Ella) comenzó a escribir todo lo que veía con sus
ojos, pues lo que veía con ellos era cada una de las vidas existentes en aquel
momento. De ella surgió entonces la Memoria, y ella se desvaneció en un millón
de fragmentos, acompañando a cada ser. A causa de la Memoria, Racherolslalzs ya
no tuvo poder sobre los seres, pero bien esta Memoria era joven y frágil, y
aunque Racherolslazs no tuviese poder sobre los seres conscientes, sí la tenía
sobre el entorno y las aguas. La Historia tampoco podía controlar esto, ya que
se basaba en las experiencias que los propios seres vivían, por lo que
Racheroslazls intentó causar caos para destruirlas, o bien, se llegó incluso a
plantear la destrucción de todos los seres. Ante esta amenaza, en medio de un
caos temporal, seres de todas las razas imploraron ayuda al cielo. Con la
fortuna que, en aquellos “tiempos” antiguos, no se llaman en vano las épocas
doradas.
Los dioses respondieron.
Les dijeron que ya habían encontrado un modo de controlar a Racherolslalzs,
además de mediante la Historia y la Memoria. Habían inventado artilugios para
dominar todo el tiempo, no solo el de los entes vivos. Les entregaron entonces,
tres inventos, tres llamados ahora, relojes, uno por el pasado, otro por el
presente y otro por el futuro. Los seres copiaron estos instrumentos y los
repartieron por todo el mundo, tanto que Racherolslalzs ya no tuvo poder.
Derrotado, despreciaba a sus congéneres, guardando hacia ellos rencor. Pues,
sirviéndose de los seres, ideó un plan.
Construyó tres grandes
relojes, al igual que los relojes que ellos habían entregado a los mortales.
Esta medida sería inútil, pensarás, creyéndote más inteligente que el avispado
Racherolslalzs. Fabricó estos relojes, asegurándose que podía controlar su
elemento medidor. Los fabricó tan grandes con el fin de que controlasen el tiempo mucho lugar más allá de
su ubicación, de tal forma que los tres activados, abarcaban todo nuestro
mundo. Con estos tres relojes se propuso regresar al tiempo antes de que apareciese
la Historia, y el tiempo nació tal y como lo conocemos ahora.
Pero los dioses le
descubrieron. Le castigaron, encerrándole en Hasken’Far el mundo de los
demonios y de los muertos en desgracia, donde no existe el tiempo, puesto que
no hay cambios, nadie muere ni nace ni crece, no hay día ni noche, tan solo una
luna roja que convierte en sangre todo lo que toca… Allí yace Racherolslalzs
desde entonces. Mientras, los dioses se aseguraron de que Racherolslalzs no
pudiese salir de su prisión mediante sus relojes: el reloj de arena interminable
que bebía del desierto, fue enterrado en él, bajo toneladas de arena. El reloj
de sol, que construyó en el continente flotante de Rundir, para estar más cerca
de los soles, fue dado la vuelta, para
que así, el reloj no obtuviese nunca ninguna luz, ni siquiera la de los soles,
la de las lunas, ni siquiera el de un fuego encendido bajo ella era suficiente
luminoso para iluminar el reloj. Por último, la clepsidra, fue cubierta de agua
totalmente, de modo que había que vaciar el océano para hacer que funcionase.
Así cualquier necio que se precie en liberar a Racherolslalzs, deberá ser algo
parecido a un dios en poder, debido a la dificultad de poner en funcionamiento
de nuevo estos instrumentos.
Sobrevino el silencio
durante unos instantes, dónde sólo se oyó el movimiento del agua alrededor de
ellos. El tritón enarboló su tridente, cambiándoselo de mano, nervioso.
—Supongo que este lugar
es esa clepsidra que te refieres. —dijo. El dragón asintió con la cabeza—.
Pero esa historia sigue siendo un mito.
Nuestra raza no tiene más medida de tiempo que la luz de los soles y las lunas
que se filtran a través del agua sobre nosotros y Racherolslalzs nunca nos ha
influido.
—¿Qué te crees? —dijo el
dragón— Racherolslalzs lleva encerrado millones de años, es normal que tu raza
no lo recuerde en su historia. Relativamente yo llevo poco tiempo guardando
este lugar…
—¿Qué hace una criatura
terrestre guardando un lugar que no es posible activar a no ser que se sea otro
dios? ¿No te fulminará enseguida si de verdad quiere hacerlo?
—Los dioses no me
colocaron aquí para protegerlo de ellos mismos. Hay algunas criaturas
bendecidas por la magia, que si se aliaran y completaran una serie de ritos,
son capaces de liberar estos lugares. En caso de que eso pase, estaré yo. —el
tritón reflejó un poco de incredulidad en su cara, y dio una brazada para
alejarse un poco más del dragón. Éste se rió—. Ah, tú, criatura marina. Crees
que el tiempo no tiene poder sobre ti simplemente por no saber medirlo. Crees
que los dioses no se verán interesados en ti y en tu reino porque parecen más
interesados en la tierra. Cuan equivocado estás. Mírame a mí, si no te fías. —
abrió las alas, que anteriormente habían servido para surcar los vientos— Yo
era una criatura voladora. Pero ellos me hicieron esto por su capricho—señaló
sus agallas en el cuello— ahora estoy condenado a guardar este lugar en un
reino que no es el mío. No pertenezco a las aguas.
—¿Qué clase de criaturas
son capaces de realizar eso?
—¿No te lo imaginas?
Todos los dioses tienen sus peones. Incluido Racherolslalzs. Profecías,
elegidos, esa clase de cosas. Mortales que debido a un capricho de un dios
destacan sobre los demás, pero que para ellos no son más que un mero
instrumento. Igual que yo.
—Las criaturas marinas
no estamos interesadas en eso. No queremos elegidos, ni asuntos de los dioses.
—Como si eso fuese
vuestra elección. Los dioses toman sin pedir permiso. ¿Quién os creéis vosotros
para rechazarlos? —dijo el dragón riendo. Su risa se fue tornando cada vez más
siniestra y aguda— Igual que yo.
Los ojos del dragón se
iluminaron, tornándose rojos. Se impulsó hacia delante, utilizando sus aletas y
todas sus extremidades terrestres. Se lanzó sobre el tritón con las fauces
completamente abiertas, de modo que el fondo de su boca se veía oscura e
infinita. El tritón, aunque pudo esquivarlo debido a un movimiento reflejo, no
tuvo la agilidad suficiente como para echar a nadar. Antes de que comprendiera
qué acababa de pasar, el dragón le empujó hacia abajo de un coletazo, hacia el
fondo de la clepsidra gigante.
A su alrededor no vio
nada, todo era oscuridad. Sentía el agua más densa, y la presión de esta
aprisionando su cuerpo. Oyó a lo lejos la risa aguda del dragón. Entonces
comprendió que estaba encerrado allí para siempre.
:O me encanta... es tan... ooooh :O me gusta la historia de los dioses :3 siempre me cuesta entender las funciones de cada dios en las mitologias del mundo XD pero lo has explicado bien ... hasta yo lo he entendido :D
ResponderEliminarNo he visto ninguna falta pero he encontrado una frase que ha quedado rara :| :
"Fui arrojado al océano para guardar este lugar, transformado en un ser acuático, pese a que ser terrestre y aéreo era mi naturaleza."
En todo caso seria aérea era mi naturaleza :3 naturaleza es femenino ^^
Ahora el momento de la duda que me ha surgido :D ¿Como narices se pronuncia Racherolslalzs? XDDDDD
Me ha gustado mucho :) esta muy chula :D
Mmm no sé que hacee con esa frase porque tiene un hipérbaton extraño, pero creo que sí tienes razón xD
EliminarEs fácil xD es tal y como se dice en español. Rra-CHE(ch española normal, como la de chocolate)-rols(acabada en silbante por la s)-lalzs (también silbante, pero con la lengua más pegada a los dientes para hacer la z) No sé mucho de fonética xd